Aquà estoy establecido
en los Estados Unidos.
Diez años pasaron ya
en que crucé de mojado.
Papeles no he arreglado,
sigo siendo un ilegal.
Tengo mi esposa y mis hijos,
que me los traje muy chicos,
y se han olvidado ya
de mi México querido,
del que yo nunca me olvido
y no puedo regresar.
¿De qué me sirve el dinero
si estoy como prisionero
dentro de esta gran nación?
Cuando me acuerdo hasta lloro,
y aunque la jaula sea de oro
no deja de ser prisión.
"Escúchame hijo, ¿te gustarÃa que regresáramos a vivir a México?"
“What you talkin' about dad, I don't wanna go back to Mexico, no way dad.â€
Mis hijos no hablan conmigo,
otro idioma han aprendido
y olvidado el español.
Piensan como americanos,
niegan que son mexicanos
aunque tengan mi color.
De mi trabajo a mi casa.
Yo no sé lo que me pasa,
que aunque soy hombre de hogar,
casi no salgo a la calle
pues tengo miedo que me hallen
y me puedan deportar.
¿De qué me sirve el dinero
si estoy como prisionero
dentro de esta gran nación?
Cuando me acuerdo hasta lloro,
y aunque la jaula sea de oro
no deja de ser prisión.